martes, 24 de noviembre de 2009

Ese pequeño orejón


Creo que ya me estaba demorando demasiado en escribir sobre un ser muy especial que llegó a mi vida en cuatro patas hace 1 año y unos meses: Yaco.

El día que entró a mi departamento lo podía levantar con una mano, entró a mi sala con la mirada caída y nadie presagiaba el pequeño demonio de Tazmania en que se convertiría, ni lo mucho que lo íbamos a querer.

Pero por qué querer a un perro orejón que se cagaba por todos lados, que mordía muebles, patas de sillas, mesas, zapatos, revistas, diarios, etc. Por qué querer a un perro que esperaba como león a su presa que caiga una media o papel al suelo para tomarla en su hocico y correr a esconderse bajo la mesa. Por qué querer a un can que hizo llorar a mi padre a las 5 de la mañana por hacerle un agujero a su recién estrenado pantalón de lanilla italiana.

Pues aguantamos eso y mucho más porque es el único ser que sin importar lo molesto que llegues a casa, o las muchas horas que lo hayas dejado solo, siempre está feliz de verte y apenas abras la puerta te dirá hola con su cola.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Alan, en el país de las maravillas

Al enterarme del trágico caso de María Paola Vargas, la joven que, como muchos de nosotros en esta ciudad, fue víctima de la violencia en un espacio tan común para cualquiera como una simple coaster; vino a mi mente el siguiente episodio:

Año: 1998. Lugar: Bus de la Línea 87 . Hora: 7pm

Mi amiga Luisa y yo regresábamos a nuestras casas del cole y nos bajábamos en el mismo paradero - cdra 4 de la avenida Las Flores en San Juan de Lurigancho -. El bus estaba repleto y como todos los días un grupo de "escolares" estaba apostado en la parte de atrás, berreando, pintando el techo del bus, lanzando risotadas que nadie quiere escuchar, y haciendo otras cosas más. Llegamos hasta la puerta trasera, el bus se detiene y de pronto un intercambio de palabras entre Luisa y los chicos que, solo recuerdo eran del colegio Melitón Carbajal. Luisa los manda a la michi y comienza descender los 4 escalones que la separan de la calle. Un pequeño tumulto y dos segundos después, Luisa de rodillas en la acera. Bajé rauda y veloz para ayudarla y para evitar correr la misma suerte que ella, aunque debo confesar que más fue por lo segundo que por lo primero.

Luisa, estupefacta en el suelo, solo me dijo: "Me empujaron". La puerta del bus se cerró y se llevó la carga de niños que alucinaban ser los reyes faites del Melitón.


Estuve tan cerca de Luisa mientras bajaba del bus y no puedo asegurar quién la empujo, si fue uno o fueron todos.

Inmediatamente después de recordar este episodio comencé a imaginar que algo similar le sucedió a María Paola Vargas, claro que ella terminó muerta.


Año: 2009. Lugar: Coaster de ruta Javier Prado. Hora: 3pm

Viaja sola en la coaster, quizá hablando por teléfono, y de pronto una tribu de muchachos cantando y riendo descontroladamente llenan en tres segundos el vehículo. Ella se aterra, guarda todo lo que tenga de valor en un instante - temiendo un robo- y piensa: debo salir de aquí. Se para rápidamente y avanza abriéndose paso por el pasillo, gritando: ¡Baja, baja, baja!, a un cobrador, que según dicen, ya no estaba en la coaster, pues al ver subir a los barristas se hizo la pichi de miedo y se quedó en el paradero.

Los barristas la ven avanzar muerta de miedo, y dando claras señales de no querer estar en el mismo espacio con ellos. María Paola llega hasta la puerta abierta, la coaster no se detiene, un tumulto y dos segundos después, de cabeza en el asfalto.

El resto de la historia no hay que imaginársela: la prensa saltó, Alan habló, Bolón cayó. Caso cerrado

Bolón es el perfecto chivo expiatorio para tapar el problema de fondo. Con él en la cárcel estamos a salvo de la violencia de esta ciudad, del poco respeto por la persona, que encontramos en todos los espacios públicos que compartimos los habitantes de la gris Lima.

Duerma tranquilo Presidente: la violencia se acabó, tenemos gas a borbotones, nunca más Luisas y María Paolas caerán de las coasters. Hasta Alicia hierve de envidia al ver a Alan en el país de las maravillas.

Hablando de maravillas, les dejo el trailler de la película Alicia en el país de las maravillas del excéntrico y genial Tim Burton, que se estrena en el 2010. Cualquier parecido de Jhony Depp con Alan, es pura coincidencia.


domingo, 1 de noviembre de 2009

LLegó la Navidad.

Recién comienza noviembre y ya siento que se fue el año. Comienza la época que más me gusta: La Navidad. Así es, me encanta el ambiente navideño, ir al Mercado Central el día que está repleto de gente y comprar bolas, cintas y escarcha para mi árbol; me encantan las lucecitas parpadeando en todas partes: casas, ventanas, tiendas, etc., me encanta el olor a panetón en Metro. Me gusta escuchar el soundtrack de villancicos con el que Saga y Ripley torturan los oídos de sus empleados durante las fiestas.

Pero el motivo más importante por el cual la Navidad me pone tan feliz es esa sensación agradable de que siempre puedo volver a empezar. No importa que he hecho mal en el año, de qué me he arrepentido, a quién he ofendido, cuánto tiempo he perdido o de quién me he alejado. El 24 de diciembre siempre paso una Navidad feliz, comiendo el glorioso pavito y la ensalada Waldorf suprema que prepara mi mamita, abriendo el regalo del amigo secreto que hacemos entre las 4 personas que integran mi familia - este año somos 5-; y sobre todo pensando que tengo todo un año nuevecito por delante para hacer las cosas mejor y que todo lo horrible de este año ya quedó atrás. El 25 de diciembre no nace ningún niño Jesús, nazco yo. ¿Hay algo más feliz que eso?

Esta canción es la síntesis de lo que me provoca la Navidad, en una buen versión de La Oreja de Van Gogh

lunes, 26 de octubre de 2009

La Vida Loca de los Maras

Hace pocos días asistí en un calamitoso estado de salud, a la proyección de la película-documental "La vida loca" del fotoperiodista franco-español Christian Poveda en la Alianza Francesa de Miraflores, que por cierto sirve en su cafetería un chocolate caliente celestial. Esta película muestra, sin pelos en la cámara, la vida común y silvestre de la famosa pandilla salvadoreña Mara 18.

Poveda murió a disparos hace poco tiempo en El Salvador, y desde su muerte se han tejido infinitas teorías: que si lo mató la Mara 18, que fue la rival Mara salvatrucha, o que fue la Policía o quizá los que pirateaban su película, etc. Quizá nunca sabremos los motivos de su muerte pero lo que sí nos dejó con este documental fueron muchos motivos de vida.

Gracias a su gran amigo Jean Schmitz, de la Fundación Tierra de Hombres, y otras muchas manos que se juntaron, este estupendo trabajo de Poveda llegó a nuestros ojos, mostrándonos la belleza de lo horrible, la fidelidad dentro de la traición, la ternura de una madre tatuada.

Poveda se sumergió en el corazón de la temible Mara 18 y encontró lo que se encuentra en una familia cualquiera: amor, miedo, sexo, desconfianza y sobretodo el fuerte sentido de pertenencia.

En el documental vemos morir a varios Maras, y con cada muerte pareciera que el grupo se une más y forman una solo voz que llora y canta al difunto, pero apesar de este espíritu de cuerpo y como muy bien lo describe la sinopsis: "este es un documental sobre la soledad humana absoluta" y en cada historia, en cada muerte solo hay eso, una infinita soledad.

Vean el trailer de la película o mejor aún vean la película

viernes, 23 de octubre de 2009

Él estaba en todo, ya no lo está más. Maeterlinck (Lucho Hernández)

Este es el extracto de una carta que comencé a escribir a Omar Dante casi tres años después de su muerte, hoy cerca al cuarto aniversario de su infinito viaje a Venus (como se titulaba su primer poemario), comparto este texto tal y como quedó: incompleto.

Omar, tal vez así quede cuando te fuiste, por eso debo completar el capítulo agregándole solo la última línea que la escribí hoy. Espero que te guste.


Después de tanto tiempo me animo a escribir algo. Y si me demoré fue porque tenía temor a enfrentar el hecho de que, esta vez, ya no estás para mostrártelo y preguntarte qué te parece. Estas líneas son para contarte cómo he estado desde la última vez que nos vimos (hace tres años).

Quiero evitar toda tristeza en esta carta, a pesar de que me está destilando por los poros, así que haré mi mejor esfuerzo.


Resulta que me quedé con la sensación de “¿y ahora que chucha hago?”, sensación que no me ha abandonado completamente, pero que poco a poco fue disipándose y convirtiéndose en una fuerza que venía desde no sé donde para no dejarme morir, aunque que ganas no me faltaron.

Entonces, empujada por ese punche sobrenatural, comencé a tratar de ordenar mi vida. Terminé el ciclo que a duras penas estaba llevando. Llegó Navidad y Año Nuevo, juro que hice todo lo posible para pasarla tan bien como fuera posible. Así que no renuncié a engullir el pavo y la ensalada rusa navideña. Un agradecimiento especial al Sporting Cristal porque con su sufrido campeonato colaboró con mi proyecto de tener una feliz navidad.

El año nuevo fue casi indescriptible después de la cena, porque el champagne, el pisco y la cerveza no me dejaron recordar que pasó esa noche. Solo sé que desperté junto a Dariana y Judith, y cómo ya te lo estás imaginando fuimos al Sara Sara a darle curso al cevichito corta resaca.

Loa siguiente año pasó si mayores sorpresas, se podría decir que terminé la universidad, aunque tengo pendiente un par de jurados Adhoc que cuando me anime, los sacaré adelante...





A veces me he preguntado, recordando al Luchito Hernández que tanto te gustaba: “Y si volvieras, qué habría yo de decirte” (Charlie
Melnick)

domingo, 18 de octubre de 2009

Depeche desde BS.AS, solo para mis oídos.

Con mucha pena y nada de gloria no asistí al buen concierto que Depeche Mode dio en Lima. No importa que haya agradecido a Chile, o a children, o al chicle, o a Tangamandapio; yo no estuve ahí para sentir su melodía electrónica.

Es buena esta ola de conciertos que baña Lima, lo que es malo - muy malo- es no tener el dinero suficiente para ir a todos los que quisiera. Después del show del pipón Charly, mi bolsillo está nokeado y en terapia intensiva, y yo rogando que se recupere antes que Bunbury aterrice en el Jorge Chávez.

Volviendo a Charly, él tiene una canción que se llama "Alguien en el mundo piensa en mí" y hoy más que nunca pude sentir que alguien en el mundo pensaba en mí y de una manera que nunca olvidaré y siempre agradeceré.

Hace unas horas recibí una llamada desde Buenos Aires - Argentina, contesté extrañada porque sabía que la persona que hacía esa llamada, en esos precisos instantes debía estar en el concierto de Depechito Mode (como lo llama mi amiga Sandrita), y la voz al otro lado me dijo: Escucha!!!!

Eran ellos, era esa melodía electrónica que la semana pasada mis bolsillos dejaron pasar. Después de todos no me los perdí. Gracias por ser ese alguien en el mundo Gus y por traer a Depechito solo para mis oídos.

domingo, 11 de octubre de 2009

El mayor periodista: El Estado

Hasta hace unos meses mi rutina laboral consistía en madrugar para leer buena parte de los diarios que circulan en esta limeña ciudad. Así aprendí varias cosas que de otra forma no haría: desde leer El Comercio en 20 minutos sin terminar cubierta por esa sábana de papel, hasta reirme de las historias de ciencia ficción que diariamente ofrece La Razón a toda página y a todo color, en torno a la antigua guerra con Chile.

Pero una de las cosas que he notado y que alguna vez algún profesor o profesora de la universidad mencionó es que la prensa acude al Estado como principal fuente de información. Después de estos años de sumergirme por las páginas de los encargados de informarnos, no tengo más corroborar esta premisa con mucha insatisfacción.

Si hacemos un repaso por los diarios de un día X, nos daremos cuenta que todos tienen las mismas noticias, la misma muerte, el mismo lote petrolero, la misma tarifa de luz, el mismo Congresista robaluz, mataperro, comepollo, etc. y el 90% de estas noticias salieron de las áreas de comunicaciones del sector público. Siempre más de lo mismo. Da igual leer El Comercio, La República o El Trome, porque siempre quedo con la (desagradable) sensación de que El Estado fue quien que me dijo las cosas que él quiere que me entere.

Si un día se supendiera toda actividad de la esfera estatal; no se hicieran envíos de notas de prensa a los medios desde las oficinas de comunicaciones de ministerios, Congreso, Poder Judicial y Ejecutivo y la web de Andina fuera atacada por un gran virus que devorara como un Pac Man toda su información, tengo la total seguridad que los diarios saldrían solo con su sección deportiva. ¿Es que realmente no tenemos nada que decir? ¿El Estado es el que debe dictarnos la pauta de la agenda informativa?

El excelente periodista argentino Jorge Lanata dijo una vez en una entrevista que le hicieran para la revista Gatopardo que su sueño era tener una publicación que llegue al siguiente acuerdo con sus lectores: "Solo saldré cuando tenga algo realmente importante qué decir".

Bastante utópico el sueño de Lanata, pero pienso que si alguna vez se hiciera realidad en nuestra Lima, entonces pocas veces veríamos diarios colgados con gancho de ropa en los kioskos, pero los leería con la certeza y satisfacción que fue un periodista el que se rajó para que llegue a mí esa noticia y no fue preparada y maquillada por la burocracia reinante de todo edifico público.

jueves, 8 de octubre de 2009

Primera entrada, la más difícil.

A pesar de que me gusta escribir, siempre comenzar a hacerlo ha sido muy difícil para mí, casi una labor de parto. Y como tener un blog significa sobretodo escribir y escribir, ya pueden suponer lo que me cuesta dar a luz esta primera entrada.



Personalmente no me encanta la tecnología, lo más moderno que tengo es mi Smartphone HP que me lo gané en un sorteo y de las mil funciones que tiene, entre ellas wii fi y messenger voice comander, solo lo utilizo para hacer y recibir llamadas y mensajes de texto. De vez en cuando me adentro un poco más a la modernidad y le tomo fotos a mi perro Yaco o a mi hermosa sobrina Lucía.

Así que escribir un blog es un paso más en mi cadena evolutiva de Homo Technologies, no prometo rapidez en este camino pero sí paso firme. Ahora satisfecha con este primer paso me despido pues ya tengo sobredosis de PC.