viernes, 18 de mayo de 2012

La intangibilidad del alma (de mi abuelo)

Unos días después de que a mi abuelo -un roble de 90 años- lo sedaron para que una máquina suplante a sus pulmones y le permita respirar (eso que hacemos a cada momento sin notarlo) padre llegó a la casa después de visitarlo, mostrándome preocupado un papel en el que mi abuelo, en unos cortos minutos en el que los médicos lo despertaron de su sueño inducido, escribió unas palabras que no podíamos comprender. Esa noche pasamos bastante tiempo con padre tratando de descifrar qué había escrito mi abuelo en esa hoja y no lo logramos. Después de rendirnos padre e hija, recuerdo haber pensado con tristeza que esas palabras se las llevaría el viejito a la tumba, pues su estado de salud era bastante crítico. Sin embargo, como todo en este mundo es relativo y nada es absoluto, mi abuelo salió de esa crisis y ahora usa sus pulmones sin ayuda de una máquina y su lucidez asusta. Hoy padre llegó con esa misma hoja de papel en las manos, su gesto en el rostro no era preocupado sino deslumbrado. Me dijo: ¿sabes qué escribió Papito [mi abuelo] aquí?. Escibió: La intangibilidad del alma.
Mi abuelo pensó que había muerto el 5 de abril, el día que lo sedaron para ponerle el respirador. Cuando lo despertaron se desconcertó de sentirse vivo si ya había "muerto" días antes, por eso pensó en la intangibilidad del alma. Al menos estoy segura que el alma de mi abuelo es intangible y noble.

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